domingo, 25 de diciembre de 2011

ponle tú un título y luego cámbialo

1 ¿Queréis poética vacía?

Hablaré del índigo celeste, de la armonía callada de las horas, incluso de una muerte inconclusa que nos pellizca en la nuca.

Eso no sería más que silencio.

2¿Preferís la poesía?

Ante el silencio relataré atmósferas tiznadas de dióxido, el microscópico rugido de las longitudes de onda hertziana que persiguen la hegemonía de la opinión pública. Mediré delirios marchitos, fotogramas de sexo tórrido o el inconfundible aroma de un narcótico.

Aun así, el tañir de un estornudo supera con creces la veracidad de una arenga.

3¿Que queréis poesía auténtica?

Estudiad la metafísica del calor de un beso obsceno y dejad de intentar leerla con tan sólo estas veintinueve letras tan manidas.
Arremangaos y cubriros de mierda hasta los párpados, chillad, gemid, para llenar el vacío de cada plúmbea y convencional estepa de silencio prefabricado.
Habréis compuesto entonces el mejor verso de todos los versos.

Fingir una vida en vez de vivirla nos constriñe como personajes, no como personas.
Si vivir te acaba matando,a la postre es más divertido combatir cuerpo a cuerpo con el hado que dejarse inmolar en fracasos.

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